Por: kienyke.com
Muchos se pasan la vida
buscando esa persona que les haga sentir que no falta nada más para lograr la
felicidad plena, cuando lo logran, disfrutan tanto de su compañía que se
imaginan despertar cada mañana a su lado, de esta manera, pensar que el
matrimonio es el siguiente paso resulta sensato, teniendo en cuenta que hay
numerosos estudios que aseguran que el compromiso tiene muchos beneficios en la
salud física y emocional de la persona.
Sin embargo, recientemente, un reporte del New York Times sostiene que es más importante escuchar la voz interior sobre todo lo que viene de afuera, preguntarse, ¿es el matrimonio lo que en serio quiere para su vida? “No todo es felicidad y arcoíris. La tormenta también llega. En algún punto cruzamos el límite de la realidad. Con esa persona se casó uno”, menciona Eris Huemer Winans, terapista de familia y matrimonio.
La verdad es que resulta un poco perjudicial pensar
en que el casarse es cómo lo retratan las películas o hacen ver las
celebridades, este paso tan importante conlleva una serie de responsabilidades
que usted no podrá evitar aunque vaya a quedarse a dormir a la casa de su
familia esa noche en la que discutieron. Por tanto, la doctora Huemer Winans
recomienda hacerse las siguientes preguntas antes de atar el nudo.
¿Quieren las mismas cosas?
Debe asegurarse que ambos estén en el mismo punto
de sus vidas, que el plan de vida de cinco a diez años se alinee y no cambie
abruptamente. Debe ser alguien que esté dispuesto a recibir los cambios que se
vengan, mudarse de la ciudad por razones importantes de trabajo, si van a
seguir la misma religión, el modelo de crianza de los hijos si es que quieren
tenerlos. Lo mejor es evitarse sorpresas cuando el camino esté comenzado.
¿Han estado juntos en los peores
momentos?
Hay una frase de Marilyn Monroe que dice algo como,
“si no me soportas en mis peores momentos no me mereces en los mejores”, o como
se dice en la boda, “en la enfermedad y el bienestar”. Se debe evaluar que el
matrimonio no es un cuento de hadas, ambos deben estar para cuando haya una
indigestión, uno este vomitando y el otro sostenga el balde, cuando el trabajo
se ponga pesado y se pierda, o alguno empiece a subir de peso y deje ir esa
belleza de la soltería, en los mejores y peores momentos siempre se debe estar
presente.
¿En serio se caen bien?
Una cosa es que esta persona sea la que usted
romantiza, con la que se dicen cosas hermosas y sueña despierto durante el día,
otra es que en serio se caen bien, que sean amigos, que compartan gustos, que
disfruten del otro cuando lanzan esos chistes de los que nadie se ríe, que
cuando se vayan de viaje a un lugar desconocido, se soporten y disfruten de la
compañía del otro, porque al casarse, tendrán que compartir 24/7.
Es claro que es importante vivir el presente, pero
usted acepta todo por lo que ha pasado su enamorado, sus relaciones, sus
problemas familiares, sus traumas, sus más profundas preocupaciones, la doctora
Eris sugiere que si el otro esta pasando, por ejemplo, por una adicción, lo
mejor es darle la ayuda que necesita y luego pensar en el matrimonio.
¿Son
financieramente compatibles?
Compartir los mismos roles, como ya se decía, estar
en la misma página, es fundamental para que un compromiso de este nivel
prospere. Si usted está obligado a ahorrar y limitarse económicamente, pero el
otro tiene la oportunidad de darse lujos cada vez que puede y comprarse ropa de
diseñador, lo más probable es que esto juegue en su contra.
¿Existe
confianza plena?
La especialista menciona que la confianza es que la
otra persona le haga sentir como si estuviera de vuelta en casa, que puede
contar para lo que sea en ella, y que a pesar de que existan mentiras blancas,
la confianza no se pierda. La doctora dice, “Si hay algo que le hace sentir
desconfianza en su pareja, la relación se tornará tóxica, y necesitará terapia
para ver si la confianza volverá a existir”.
¿Qué tan seguido tienen
sexo?
Es usual que las parejas comprometidas a lo largo del tiempo
pierdan frecuencia en el aspecto sexual de sus vidas, pero si todavía no se han
casado y ya carecen de intimidad, puede ser una bandera roja para preocuparse,
ya que alimentar esa llama a largo plazo puede ser complicado, incluso, no
llegaría a pasar.
¿Se comunican propiamente?
Este
punto no se refiere a estar conectados vía Whatsapp durante todo el día, más
bien, que sepan comunicarse, que se entiendan, que si sucede un problema puedan
discutirlo para evitar malentendidos que puedan deteriorar la relación.
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