Por: María Cristina Castañeda
El objetivo principal
de Álvaro Mutis en su cuento “El Ultimo Rostro” basado en un manuscrito anónimo
de la Biblioteca del Monasterio de Monte Athos, siglo XI es relatar el diario del
coronel de lanceros Miecislaw Napierski y sus experiencias con Simón Bolívar, en manos
de muchas personas después de la II Guerra Mundial y terminada en manos del príncipe
Nimbourg Boulac.
Álvaro Mutis
Jaramillo es un novelista y poeta colombiano nacido en Bogotá el 25 de agosto
de 1923 aunque pasó parte de su infancia en Bélgica y desde la década de 1960
reside en México. Empieza muy joven a colaborar en revistas literarias y publica
su primer libro de poemas: La balanza, en 1947. A lo largo de su carrera
literaria ha recibido, el Premio Xavier Villaurrutia en1988, el Premio Príncipe de Asturias de las
Letras en 1997, el Premio Reina Sofía de Poesía
Iberoamericana en 1997, el Premio
Cervantes en 2001 y el Neustadt International Prize for
Literature en 2002 entre otros. Mutis utiliza un lenguaje discursivo,
lleno de imágenes al ser demasiado descriptivo. La importancia del “Ultimo
Rostro” es reconocer otro tipo de cuento que parte de otros textos, no solo de
la imaginación del autor y la secuencialidad que utiliza para conectar al
lector.
El autor inicia su
cuento con: “Las páginas que van a leerse
pertenecen a un legajo de manuscritos vendidos en la subasta de un librero de
Londres pocos años después de terminada la segunda guerra mundial. Formaron
parte estos escritos de los bienes de la familia Nimbourg-Napierski, el último
de cuyos miembros murió en Mers-el Kebir combatiendo como oficial de la Francia
libre”[1]
relata que el ultimo en tener los
manuscritos es el príncipe Nimbourg Boulac, quien no solo compro los
manuscritos del diario del coronel de lanceros Miecislaw Napierski sino también
las monedas de colección de su abuelo y una serie de bocetos y dibujos de Delacroix.
En el cuento básicamente
“se transcriben
únicamente las páginas del Diario que hacen referencia a ciertos hechos
relacionados con un hombre y las circunstancias de su muerte, y se omiten todos
los comentarios y relatos de Napierski ajenos a este episodio de la historia de
Colombia que diluyen y, a menudo, confunden el desarrollo del dramático fin de
una vida”[2]. Boulac empezó leyendo
sobre la Batalla de Balen y le causo interés una fecha exacta: diciembre 1830
en Santa Marta, año y lugar en el que murió Bolívar.
Simultáneamente continúa leyendo los
acontecimientos con unas fechas respectivas. El 29 de Junio, Miecislaw Napierski
conoció a Simón Bolívar y le pareció muy allegado, puesto que compartían muchos
gustos y vivencias en común (pareciese que se conocieran años atrás); cuenta
que a las diez de la mañana frente al fuerte Pastelillo anclo la Fragata la
cual venia a recoger un cargamento desde Venezuela pero debía esperar. Bolívar
se encontraba en una casona de pueblecito cercano de Turbaco –donde tenía la ilusión
de partir en breves días- pero por motivos de su enfermedad no podría viajar
con el capitán en la fragata.
El capitán y el
coronel Napierski lo fueron a ver a la casona, donde tuvieron una conversación
sobre el itinerario hacia Europa. Pero, desafortunadamente Bolívar no contaba
con que se alargar su enfermedad así que manifiesta su decepción al capitán “Parece que estuviera escrito que yo
deba morir entre quienes me arrojan de su lado. No merezco el consuelo del
ciego Edipo que pudo abandonar el suelo que lo odiaba”[3].
Luego, describe lo sucedido el 30 de
Junio: Ayer el Coronel mando un grumete para averiguar cómo seguía el
Libertador de salud y si podía visitarlo, pero se encontró con la noticia que
se había agravado. A las dos de la tarde, el general Mantilla y un oficial le
dijeron al coronel «El Libertador se siente hoy un poco mejor y estaría
encantado de gozar un rato de su compañía»[4]. Él acepta y va a
visitarlo; Bolívar le confiesa que fue expulsado de Colombia y metido a la cárcel
antes de hacer las batallas; las cuales lo nombraron Libertador; entre otros
acontecimientos de su vida.
A lo largo del cuento se muestran una
serie de acontecimientos que marcan la vida del coronel Napierski con lo que
le sucede a Bolívar e historias que entre ellos se van contando a medida que se
incrementa la confianza, juntos practican el idioma Francés en sus
conversaciones, cada día más frecuentes. El coronel se entera de
acontecimientos personales de Bolívar, de las veces que lo han querido matar
hasta sus propios compañeros de armas y hasta que una de sus enamoradas de
Quito, lo salva en Bogotá.
En efecto, ya el 1 de
Julio el coronel decide quedarse en Colombia hasta el regreso de la fragata
mientras acompaña al Libertador en su enfermedad recordando algunas vivencias y
temas que los conmueven a ambos. En ese momento, el propósito del coronel era
alistarse en el ejército de la Gran Colombia pero, por circunstancias adversas
a él se lo había impedido.
Justamente, ese mismo
día Bolívar tiene una recaída y el médico que lo atiende afirma que no volverá a
recobrarse. La causa ha sido la noticia del capitán Vicente Arrazola quien le
informa del asesinato en una emboscada al Gran Mariscal de Ayacucho, don Antonio
José de sucre quien era el amigo más estimado del Libertador (lo quería como a
un padre).
-Antonio José de
Sucre tenía treinta y cinco años ya cumplidos en febrero e iba a reunirse con
su esposa en Quito-
Bolívar devastado con
la noticia le dice al edecán Ibarra (quien estuvo todo el tiempo con él en su estadía
en la casona) “No habrá
tal viaje a Francia. Aquí nos quedamos aunque no nos quieran”[5]. Al rato se desploma sin
sentido y alguien fue por el médico, este explica que el enfermo se hallaba al
final de sus fuerzas y era aventurado prescindir la marcha del mal.
El coronel se queda acompañándolo con
Ibarra y Arrazola hasta la madrugada, porque regreso a la fragata a comunicarle
al capitán la decisión de quedarse en Cartagena y esperar allí su regreso de
Venezuela, que calcula será dentro de dos meses dice “Mañana hablaré con mi
amigo el general Silva para que me ayude a buscar alojamiento en la ciudad”[6].
Para concluir, pienso que es un
cuento no muy alejado de la realidad donde nos describe el dialecto de esa
época, el contexto y la forma como se comunicaban años atrás. El título que le
da el autor “El ultimo rostro” hace alusión al último rostro de Bolívar cada
vez más deteriorado por la edad y enfermedades con que lo ve el coronel
(personaje creado por Mutis).
[1] Fragmento tomado de la
página web http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/mutis/ultimo.htm
del cuento “El Último Rostro” cuyo autor
es Álvaro Mutis.
[2] Fragmento tomado de la página
web http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/mutis/ultimo.htm
del cuento “El Último Rostro” cuyo autor
es Álvaro Mutis.
[3] Fragmento tomado de la página
web http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/mutis/ultimo.htm
del cuento “El Último Rostro” cuyo autor
es Álvaro Mutis.
[5] Fragmento tomado de la página
web http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/mutis/ultimo.htm
del cuento “El Último Rostro” cuyo autor
es Álvaro Mutis.
[6] Fragmento tomado de la página
web http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/mutis/ultimo.htm
del cuento “El Último Rostro” cuyo autor
es Álvaro Mutis.
Puede ser un poco más corto por favor
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Ha hecho Usted un resumen fantástico, que me ha ayudado mucho en mi trabajo sobre el mismo, porque me costaba entrar en el relato de Álvaro Mutis. Thanks a lot.
ResponderEliminarMuchas gracias me sirvió muchísimo
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