Por: Alexandra Delgado
Cada
15 de febrero, el mundo conmemora el Día Mundial del Cáncer Infantil, una fecha
crucial para recordar la importancia de la detección temprana y el acceso a
tratamientos adecuados que pueden salvar la vida de miles de niños en todo el
mundo.
Este
día nos invita a reflexionar sobre una enfermedad que sigue siendo una de las
principales causas de mortalidad entre los más jóvenes, y a unir esfuerzos en
la lucha por un futuro en el que más niños puedan crecer, sanar y alcanzar sus
sueños.
La
Realidad detrás de las cifras
Según
datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se diagnostican
aproximadamente 300,000 casos de cáncer en niños menores de 19 años en todo el
mundo. A pesar de los avances en el diagnóstico y los tratamientos, la tasa de
mortalidad sigue siendo alarmante.
Se
estima que el 20% de los niños diagnosticados podrían haber sobrevivido si
hubieran recibido un diagnóstico y tratamiento a tiempo. Estas cifras no son
meros números, sino vidas truncadas y familias rotas por el dolor de perder a
un ser querido.
La
diferencia en las tasas de supervivencia es especialmente evidente cuando
comparamos países con sistemas de salud avanzados con aquellos en vías de
desarrollo. En países de altos ingresos, las tasas de supervivencia superan el
80%, mientras que en países de bajos recursos, la tasa puede ser tan baja como
el 20%.
Esto
refleja las profundas desigualdades en el acceso a atención médica de calidad,
un desafío global que requiere la atención inmediata de la comunidad internacional.
La
realidad en Colombia
Según
cifras de ACHOP y el Ministerio de salud en Colombia se estima que cada año se
presentan alrededor de 2.100 casos nuevos de cáncer infantil.
A
pesar de los esfuerzos por mejorar la atención, la tasa de supervivencia en Colombia
sigue siendo del 65%, lo que indica que aún queda mucho trabajo por hacer para
acercarnos a los estándares internacionales, donde la tasa de supervivencia a 5
años puede superar el 80%.
El
cáncer infantil es diverso y complejo. Entre los tipos más frecuentes se
encuentran:
-
Leucemia: Representa el 30% de los casos de cáncer infantil. Se caracteriza por
fatiga extrema, palidez y dolor óseo.
-
Tumores cerebrales: Son la segunda causa más frecuente, con síntomas como
dolores de cabeza persistentes, vómitos inexplicables y alteraciones en la
visión.
-
Neuroblastoma: Afecta principalmente a niños menores de 5 años, causando
inflamación abdominal, pérdida de peso y cambios en el comportamiento.
-
Linfomas: Se presentan con hinchazón de los ganglios linfáticos, fiebre
inexplicada y pérdida de peso.
Campaña
“Quiero Ser Grande”
Con
el objetivo de reducir la mortalidad infantil por cáncer, 172 organizaciones se
unieron a la campaña “Quiero Ser Grande”, para hacer un llamado urgente a la
sensibilización sobre los signos de alerta del cáncer infantil.
Esta
iniciativa pretende educar a los padres, cuidadores y profesionales de la salud
sobre las señales de alarma que no deben ser ignoradas, con el fin de facilitar
una detección temprana que aumente las probabilidades de supervivencia de los
niños.
Señales
de Alerta del Cáncer Infantil
La
detección temprana es crucial. Algunos de los síntomas más comunes que podrían
indicar la presencia de cáncer infantil incluyen:
1. Pérdida de peso
inexplicable y persistente
2. Fiebre prolongada sin causa
aparente
3. Fatiga extrema o
decaimiento constante
4. Moretones, sangrados o
puntos rojos en la piel sin causa aparente
5. Dolores de cabeza
frecuentes, a menudo acompañados de vómitos matutinos
6. Inflamación o masas en el
abdomen, cuello o ganglios linfáticos
7. Dolor óseo o articular sin
traumatismo previo
8. Pérdida repentina de visión
o reflejo blanco en la pupila del ojo
9. Dificultad para caminar,
pérdida de equilibrio o coordinación
10. Sudoración nocturna
excesiva
Si cualquiera de estos síntomas persiste, es esencial consultar a un médico lo más pronto posible. La detección temprana puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
Avances
en el Tratamiento y el Rol de la Ley
Gracias
a los avances en la medicina, los tratamientos para el cáncer infantil han
mejorado significativamente en los últimos años.
La
quimioterapia sigue siendo el tratamiento más común, pero las opciones más
nuevas, como la inmunoterapia y los tratamientos dirigidos, están mostrando
resultados prometedores, con menos efectos secundarios y mayor precisión en su
aplicación.
En
Colombia, la Ley 1388 de 2010, también conocida como la ley por el derecho a la
vida de los niños con cáncer, ha sido clave para garantizar el acceso gratuito
a los tratamientos y la creación de una red de atención especializada para
estos pacientes. Esta ley fue complementada con el Decreto 647 de 2022, que
prioriza la asignación de recursos hacia los prestadores de servicios de salud
para menores con cáncer, mejorando su acceso a una atención de calidad.
Un
llamado urgente a la acción
Es
fundamental que las familias, la sociedad y el gobierno trabajen juntos para
mejorar el acceso a diagnósticos oportunos y tratamientos adecuados, así como
para invertir más en investigación que permita encontrar nuevas soluciones.
Cada
niño que pierde la vida a causa de esta enfermedad es un recordatorio de que
debemos seguir luchando para mejorar nuestros sistemas de salud, y sobre todo,
que el tiempo es vital.
Es
importante a su vez que más países aumenten sus inversiones en salud infantil,
en especial en el diagnóstico temprano y la calidad del tratamiento.
La
campaña “Quiero Ser Grande” es un llamado a la acción para todos. La
sensibilización, el apoyo a los afectados y el compromiso con la mejora de la
atención en oncología pediátrica son pasos fundamentales para reducir la
mortalidad infantil por cáncer y garantizar que más niños crezcan, se
desarrollen y puedan alcanzar su futuro.
Para
más información sobre la campaña y cómo contribuir, visita nuestro sitio web y
síguenos en redes sociales con el hashtag #QuieroSerGrande.
El
cáncer infantil es una de las principales causas de muerte en niños, pero con
detección temprana, tratamientos adecuados y el apoyo de la sociedad, podemos
cambiar estas estadísticas. Todos podemos poner nuestro granito de arena para
que más niños puedan crecer y ser grandes.
Fuente:
Vigicáncer, OMS, Campaña "Quiero Ser Grande"