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viernes, 6 de julio de 2012

ROMANCE AUSTRALIANO

Por: María Cristina Castañeda C. - Escrito en febrero 15 de 2010
(Cuento)


Era una tarde hermosa y soleada de un siete de junio, cobijada por el cantar de las aves y el sonido del viento que resonaba por los aires de una gran parte de la selva australiana, en la que descansaba una manada de Jirafas, (eran veinte inseparables hembras y machos de los cuales tres eran bebes, el resto adultos).

Pasaban la mayor parte del día comiendo y jugando por extensas zonas verdes; con ciertos territorios restringidos por los demás animales, como: las cebras, elefantes, leopardos, etc y los leones sus principales enemigos…

Las jirafas vivían siempre juntas, se ayudaban mutuamente y vivían para ellas; se alimentaban de hojas y frutos de los árboles sin hacerle daño a nadie. Llevaban una vida natural, hasta llegar el amanecer del nuevo día, diferente a los demás; nublado, frio y sin ganas de salir el sol para iluminar la mañana y escuchar el cantar de los pajaritos. Tronando parecía que fuese a llover, pero aun no caía agua.

Arrunchadas una encima de la otra, bien junticas bajo un árbol. Trataban de calentarse unas a otras; pero era casi imposible. Era un frio tan penetrante, cada instante más insoportable para ellas.

Tratando de dormirsen para olvidar esta situación son interrumpidas por un trueno y un rayo culpable de la caída del árbol donde se encontraban refugiadas; asombradas y atemorizadas salen a correr despavoridas para salvar sus vidas…

En un lugar seguro, sin árboles y a campo abierto se reúnen para revisar si están bien… Pero desafortunadamente se dan cuenta que una de ellas ha muerto, a causa de árbol que le cayó encima.

Quedando la manada de diecinueve integrantes. Ya en la tarde sigue lloviendo pero sale el sol, extrañadas por el acontecimiento de la mañana; se acercan con precaución a cada árbol para alimentarsen ayudando a su compañero lastimado a bajar las hojas que no alcanza para comer.

Mientras terminaban de comer, son sorprendidos por una manada de cuarenta leones enfurecidos por estar en el árbol de su territorio, pero sobre todo hambrientos. Con unos enormes y afilados dientes y una mirada asesina rodean a las jirafas; acercándose lentamente hacia ellas. Ellas haciendo un pequeño círculo salen raudas y veloces atacándolos a patadas y cabezazos, buscando salvarsen  y salir invictas de esa cacería masiva a la que iban estos caníbales.

Al cabo de una hora, se vuelven a reunir las jirafas en busca de las demás, pero desgraciadamente se dan cuenta que once de ellas fueron devoradas y masacradas salvajemente.

Estas ocho jirafas restantes, compungidas; prometen vengar la muerte de su familia y cuidarsen siempre.

Regresan a su territorio (cinco adultos y tres bebes) y permanecen juntas hasta el día siguiente.

Nueve de junio, ocho sobrevivientes  en la peligrosa selva australiana. Llegada la tarde, reunidas, observan pasar una estampida de cebras por su territorio; extrañadas se preguntan ¿Qué les pasa?, a esta hora por qué corren?... Son perseguidas por veinticinco elefantes; quienes cambian de rumbo hacia ellas, por ser más poquitas.

Ahora las que salen a correr son otras… Protegiendo a los bebes, rodeadas por estos gigantescos animales exageradamente fuertes es inútil enfrentarsen a ellos porque tienen la guerra perdida. Le dicen a los pequeños que escapen y salven sus vidas…

Un adulto escapa con los tres bebes, enfrentándose cuatro adultos a los veintidós elefantes. Dos de ellos van detrás de los cuatro prófugos de su libertad. Pero, son alcanzados… La jirafa defiende a los pequeños y es lastimada, sintiéndose impotente; en ese momento estos feroces alcanzan a dos bebes, clavándole sus enormes colmillos causándoles la muerte. Mientras que la hija de esta jirafa herida, se devuelve por su madre y la ayuda a levantarse, para escapar juntas…Corren y corren cada vez más, sin fuerzas, esta madre buscando un lugar seguro para dejar a su hija. Pasan la noche en un terreno desconocido y deshabitado, árido y oscuro.

La madre sin poderse levantar de lo lastimada que estaba y sus heridas no paraban de sangrar; aconseja a su hija diciéndole:  “Hija mía tu eres la única de la manada viva, cuídate siempre, no permitas que nuestra raza muera… No te enfrentes a una batalla; siempre sal a correr porque nuestro tiempo de vida es muy corto, tan solo veintiséis años… Sé feliz, disfruta la vida al máximo, no te cohíbas de nada… Estoy muy orgullosa de ti, que seas un ejemplo para todas nuestras generaciones pasadas y futuras, independientemente que eres mi hija… TE AMO…”

Amaneció desde muy temprano al día siguiente, el panorama era raro para esta pequeña y a la vez sin poder hacer nada para ayudar a su madre por no saber qué hacer… Cuando de repente aparece a lo lejos un carro blanco (grande) acercándose a una velocidad exorbitante cerca a ellas.

La pequeña extrañada porque jamás había visto uno; no sabía que era. Pero prefirió quedarse al lado de su madre… El carro se acerca cada vez más, hasta estacionarse al lado de ellas. De este se salen tres médicos veterinarios e investigadores; al contemplar esta escena, tratan de auxiliar a su madre… Con lágrimas en sus ojos no entiende lo que le dicen estas personas, pero ve que están ayudando a su mamá.

Suben a la jirafa adulta al carro; acompañado de un remolque en el que la pueden llevar, al igual que a ella  parten hacia el centro médico donde trabajan estos…Al llegar allá queda perpleja la pequeña pues observa ir y venir personas de bata blanca con papeles y animales de otras especies.

Los médicos llevan a la pequeña a una jaula cerca de su madre; mientras examinan las causas y heridas de la jirafa adulta en una camilla; tratan de operarla, hacen lo mejor posible para que continúe con vida; pero, el esfuerzo ha sido en vano, ha perdido mucha sangre y las lesiones son muy graves… “Lo siento no hay nada que hacer” dice el doctor… “Ha fallecido”…
La pequeña se da cuenta que su madre no despierta, no se mueve y no respira… Concluye que está sola en el mundo!!!... Una doctora se  acerca donde está la pequeña con un simpático mono en sus hombros, la saca de la jaula y la revisa. Le aplica un sedante y queda en un profundo sueño hasta el día siguiente.

Muy temprano se despierta y lo primero que ve es al miquito del día anterior, al frente de su jaula quien le pregunta si se encuentra bien,  le habla de todo un poquito para tratar de romper el hielo y hacer que se sienta como en casa…

En el transcurso de los días se van conociendo, él va contándole más sobre la clínica, el por qué están allí y qué es lo que le va a suceder…La tienen encerrada en una jaula, privada de su libertad mientras le hacen un análisis de laboratorio a su sangre, su piel, etc…

Hasta el trece de junio, día en que la sacan de allí y la “Bautizan” como un miembro más de la fundación (Clínica y Fundación de Rehabilitación, Curación y Estadía de Diversas Especies – en protección de ellas)… Los doctores a cada animal que habitaba allí le ponían un nombre para diferenciarlos unos a otros y esta pequeña no iba a ser la excepción.

Desde ese momento la llamaron: Macrix. Ya la dejaban interactuar con otros animales y caminar por los pasillos… Siempre se veía acompañada del monito “su ángel de la guarda” como ella lo llamaba, pero su verdadero nombre era Esteban.

En la mañana de un trece de junio, sucedió algo inesperado, trágico para muchos, irónico y para los animales algo extraño porque no sabían lo que estaba pasando; el instituto se estaba cayendo en pedazos… ¡Estaba temblando!... Un momento de pánico y de terror, pues nunca lo habían vivido en este sitio; los animales corriendo de un lado a otro despavoridos, sin ley ni dueño; los médicos en las mismas y las paredes derrumbándosen.

Salex y Mimi dos Schnauzers guardianes del Centro de Rehabilitación tratan de calmar la situación haciendo una evacuación a las afueras de la clínica… Salen todos los animales a grandes velocidades hasta quedar en la mitad de la nada, en su habitad natural; en alguna parte de la selva.

Mimi y Salex hacen un recuento de los sobrevivientes y tan solo son noventa y siete animales de diferentes especies, de doscientas que se encontraban en la clínica, el resto murieron atrapados bajo los escombros, algunos enjaulados; al igual que los poquitos médicos que trabajaban ahí…

Desorientados y entristecidos por perder su único hogar seguro, pactan convertirsen en una sola familia sin importar sus razas, géneros y cadenas alimenticias; prometen ayudarsen para nunca separarsen…

Esa noche muchos de los animales no pudieron dormir por no hallarsen en la nueva vida que comenzaban… Una vida de esfuerzos, sacrificios, luchas, amor, paz y tranquilidad; dependiendo de ellos mismos.

En el siguiente día, se dividen por grupitos para conseguir comida, pero no encuentran nada, ni frutos de árboles… Ya entrada la noche el grupito de Macrix, conformado por Peluche (un conejito), Rosa (una pantera), Leonardo (un leopardo), Esteban, Salex, Mimi y ella sorpresivamente se encuentran con la manada de elefantes y de leones; culpables de la muerte de su madre y su familia…

Macrix se asusta y enfurecida les reclama vengativamente; en ese instante los leones y elefantes se ponen de acuerdo para encerrarlos y acabar con la única jirafa que se les había escapado y de paso devorarsen a sus amigos. Pero estos no contaron que detrás del círculo que les habían hecho, iban a aparecer noventa animales más para respaldarlos y ayudar a “esas siete presas indefensas”…

En el momento de la acción Esteban se le cuelga del cuello a Macrix y le recuerda las palabras de su madre (en la clínica ella le narró lo que le había pedido su madre jirafa antes de morir) y la convence de salir a correr… Juntos escapan del enfrentamiento sin que alguno lo notase, perdiendosen por los matorrales…

Ya era de noche, estrellada, iluminada por una luna cuarto de menguante, tranquila y un poco fría; desilusionada Macrix de su vida se sienta bajo un árbol a contemplar la luna. Esteban trata de reanimarla, pero se deja llevar por sus sentimientos, su corazón. Se acerca poco a poco, se le cuelga en el cuello y la abraza… La mira a los ojos fijamente y revela el amor que siente por ella… No puede ocultar más su verdad; ese amor en silencio que sentía desde aquel día en que la vio, un amor imposible por tamaño y razas; pero aun así la besa y ella le corresponde. Surge un sentimiento mágico entre ellos o tal vez sea química. Pero la luna fue testigo de ese amor, de ese romance, de ese momento de pasión que vivieron los dos. Hubo lágrimas, miradas tristes, pánico, desesperación, rabia, luego se fundieron en una mirada que mezclaba todo lo anterior, quedando en absoluto silencio por un momento, casi que interminable hasta quedarse profundamente dormidos sin pronunciar una sola palabra, no sabemos cuánto tiempo paso, lo único cierto es que llegó el anochecer ellos estaban completamente dormidos, pero Esteban no se desprendía  del cuello de Macrix.  Llovió toda la noche y ellos no se dieron cuenta de eso.

Al amanecer cuando el sol mostraba sus primeros reflejos, despertaron, aún mojados, pero ya con un semblante radiante, Macrix quiso desperezarse, sacudir sus largas patas; entonces Esteban la abrazó más fuertemente, se le acercó a su larga boca, le estampó tremendo beso y le dijo: Amor mío cuanto te amo, Macrix se dejó besar largamente y luego se confundieron entre cosquilleos y caricias, rodaron por el suelo, pero continuaban besándose; al fin  con ternura Macrix lo retira un poco y le dice: yo también te amo mucho y no podría vivir sin ti mi amor, se volvieron a confundir en un largo beso; comenzaron a llegar sorpresivamente sus amigos angustiados en busca de ellos, pero al notar la presencia de aves muy hermosas, de las más pequeñas y variadas que jamás se hayan visto que quedaban suspendidas encima de ellos, indagaron qué pasaba se unieron a ellas y los hicieron volver al mundo real, cuando entonaron al unísono la marcha nupcial, sellando así una doble boda micojirafada y canina entre Salex y Mimi. No sabemos si la pareja micojirafada tuvo hijos, pero comprobamos que por la selva andan correteando muchísimos Snauzhers después de tremendo romance australiano.
Gracias por leer mi trabajo, su opinión es muy enriquecedora para mi.

HORA - TIME