Por: Libia Pinto y María Cristina Castañeda
El trabajo como esa actividad humana que dignifica y está consignada en la legislación nacional e internacional como un derecho que tiene toda persona, es el sueño de cientos de jóvenes de Colombia, luego que terminan sus estudios de pregrado, la mayoría de ellos con grandes sacrificios.
El artículo 23 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el artículo 26 de la Constitución Política de Colombia, entre otras normas, señalan claramente este principio, pero en el país no se garantiza. En este caso, los jóvenes recién egresados de comunicación y periodismo de distintas universidades se ven obligados a dedicarse a otras actividades diferentes a las que estudiaron, abandonar el país en búsqueda de oportunidades en el extranjero o iniciar otros estudios para establecer emprendimientos y trabajar de manera independiente.
El DANE señala que para octubre de 2020 la tasa de desempleo en Colombia fue de 14.7% es decir un aumento de 4.9 puntos porcentuales frente al mismo mes en 2019, cuando el desempleo fue de 9.8%. Sin embargo, para los jóvenes el DANE reportó en septiembre de 2020 que la tasa de desempleo alcanzó el 25.9%, cifra preocupante porque el gobierno poco hace por brindar soluciones y oportunidades a esta población que con casi 8 millones de habitantes representa el futuro del país.
“La falta de empleabilidad para los jóvenes es un problema latente en la sociedad colombiana. Piden años de experiencia que no tenemos. Somos muchos jóvenes con ganas de trabajar, pero las oportunidades son pocas”, dice José Conde, profesional de la comunicación de la Universidad Autónoma de Bucaramanga.
Cristian Daniel Ramírez, egresado de la Universidad Autónoma de Occidente en Cali destaca dentro de los principales problemas con los que se encontró para vincularse a una empresa, la experiencia que exigen, así como el perfil integral de comunicador, publicista, diseñador y otros conocimientos que piden para hacer todo en un solo trabajo y con un salario que no corresponde. “Hoy en día es muy difícil conseguir trabajo como comunicador y nos toca acudir a otros talentos que tenemos para desempeñarnos”, precisó.
Las universidades forman y hacen mercadeo
Las universidades propenden por cumplir el compromiso de formar a los nuevos profesionales en la carrera escogida y garantizar su desempeño bajo estándares de calidad y excelencia, pero también implementan estrategias de mercadeo para atraer el mayor número de estudiantes cada semestre y como en el caso de comunicación social y periodismo generan una excesiva oferta de profesionales agudizando la crisis laboral.
Aunque en los últimos años, han dado un paso al frente con la creación de bolsas de empleo y oficinas de orientación laboral a los egresados, con miras a apoyarlos en ese proceso de vinculación a una empresa, estas acciones no reportan los resultados que los nuevos profesionales esperan.
La Universidad Autónoma de Occidente de Cali, tiene una bolsa de empleo para egresados (https://empleabilidad.uao.edu.co/) pero son pocas las publicaciones para comunicador y nulas las ofertas de medios de comunicación.
Igual ocurre en la Universidad Autónoma de Bucaramanga, donde tienen un repositorio de datos desde donde comunican a los egresados información de programas académicos, eventos, movilidad en el exterior, bolsa de empleo y posibles ofertas laborales. (https://www.elempleo.com/co/sitio-empresarial/unab). Para comunicadores sociales y periodistas pocas ofertas se registran.
José Fernando Molina, egresado de la Universidad Autónoma de Occidente dijo que fue bastante difícil conseguir empleo como comunicador por toda la experiencia que exigían y por la saturación que hay en el mercado donde no hay nuevas empresas y nadie quiere crearlas, la gente trata es de ser empleados y las universidades buscan es hacer plata y dejan solos a los egresados. “Identifiqué en la pandemia que las empresas no estaban preparadas en marketing digital, por lo cual decidí capacitarme en tecnología de análisis y sistemas de información para desarrollar páginas web”.
En un artículo de opinión en la Revista Semana el periodista Germán Manga manifiesta que: “Las últimas generaciones han pagado cara esa absurda desconexión de la academia con el mercado, que se traduce en falta de oportunidades y en bajos salarios. En busca de sacar provecho de la saturación, hasta los grandes medios ofrecen puestos con salario mínimo y reciben miles de solicitudes. Un negocio redondo que incluso lleva a los menos comprometidos con la calidad a reemplazar periodistas experimentados y cotizados con recién graduados, en el caso de los que consiguen puesto. La realidad es que la mayoría de los egresados de facultades de periodismo y comunicación terminan buscándose la vida como pueden, en otros oficios”.
El columnista habla de cómo la crisis de los últimos años viene golpeando con más fuerza a este gremio con masivos despidos por la transformación de los medios de comunicación. Dice que los periodistas son víctimas inocentes e irremediables de la falta de una política educativa seria en el país y al mismo tiempo de la revolución que desató internet en el ecosistema informativo, que, según Emily Bell, directora del Tow Center de Periodismo Digital de la Universidad de Columbia, cambió en los últimos cinco años más que en los pasados cinco siglos.
“El panorama de la profesión es cada día más crítico. Pululan los nuevos énfasis y especializaciones en procesos comunicativos, pero el mercado laboral no absorbe suficientemente a los egresados. Anualmente, se gradúan de las universidades colombianas cerca de 4.500 comunicadores sociales y periodistas, pese a que el mercado laboral para estos profesionales cada día es más escaso y competido”, afirma Guzmán Urrero, Doctor en ciencias de la Información, periodista, crítico y escritor español en entrevista con Las 2 Orillas.
Daniel Moreno, egresado de la universidad Pontificia Bolivariana, seccional Floridablanca, dijo que, “Los jóvenes tenemos que lidiar un panorama difícil frente a la inserción laboral, no nos dan la oportunidad de poner en práctica los saberes que adquirimos en la universidad. Cuando nos graduamos nos encontramos con la falta de oportunidades laborales para desempeñarnos, lo que nos obliga a acudir a otras labores diferentes a lo que estudiamos”.
El docente de la Universidad Autónoma de Occidente, Hernán Freire, aseguró que la falta de oportunidades labores afecta a los jóvenes de todas las carreras y que considera importante que los egresados de comunicación y periodismo sientan pasión por su profesión, interés en innovar y aprender el lenguaje y códigos de las redes sociales para que se puedan alinear con los cambios, adquirir pericia y garantizar un eficiente desempeño. Dijo que desde las universidades se crearon los centros de orientación laboral y bolsas de empleo donde apoyan a los estudiantes para su inclusión a la vida laboral.
Asimismo, la Directora del programa de comunicación social y periodismo de la Universidad Católica, Lumen Gentium, recomendó a los egresados continuar formándose, hacer especializaciones, manejar el mundo digital, tener un pensamiento de emprendimiento y ampliar el espectro laboral. señaló que, desde la universidad se apoya a los egresados con cursos, talleres, presentación de proyectos, actualización y otros aspectos como enseñarles a hacer las hojas de vida atractivas.
El gobierno demorado en implementar acciones
Las acciones de los gobiernos locales, departamentales y el mismo central son precarias. Existen buenas intenciones que parecieran obedecer a promesas de campaña y que en los planes de desarrollo quedan plasmadas de una manera muy tímida como simple formulación de proyectos.
La directora del programa Agencia Pública de Empleo en el SENA- Santander, Francy Penna, dice que a través de ese programa ofertan las vacantes que tienen las distintas empresas tanto de la región, el país y nivel internacional, y al cual pueden acudir los recién egresados para identificar el perfil del cargo y aplicar. No obstante, las vacantes corresponden en su mayoría a empleos no calificados.
“Es difícil y complicado el panorama de los jóvenes recién egresados de las universidades en Santander y en Colombia porque no hay empleo para desempeñarse, no hay oportunidades en las empresas y terminar una carrera más que un logro se convierte en una decepción tanto para los padres que hicieron grandes esfuerzos para dar estudio a sus hijos como para los jóvenes”, indica Eduardo Cardona, padre de un egresado de periodismo en Bucaramanga.
Dentro de las causas que fomentan este problema, se encuentra el hecho de que cualquier persona puede ejercer el periodismo en Colombia dado que la Corte Constitucional mediante sentencia eliminó la tarjeta de periodista cuando fue declarada inexequible la ley 51 de 1975 en la cual se soportaba dicho documento y luego en la Constitución de 1991 en el artículo 20 se determinó “garantizar a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, informar y recibir información veraz e imparcial y fundar medios masivos de comunicación”, lo cual abrió la puerta para que cualquier persona sin haber estudiado comunicación y periodismo pudiera ejercer el periodismo.
En la investigación de Fecolper, publicada en febrero 2020, titulada: “Caracterización de las condiciones del trabajo de los periodistas en Colombia”, indica que menos del 70% de los trabajos para periodismo, exigen como requisito, la formación profesional, mientras que el criterio predominante para la contratación de periodistas es la experiencia y es paradójico; porque para poderse graduar le exigen mínimo seis meses de práctica que no le tienen en cuenta cuando se presenta a una convocatoria laboral.
Las agremiaciones de periodistas
Adriana Hurtado, presidenta de Fecolper, recalcó dentro del trabajo de adelantan para garantizar la libertad de prensa y propender por mejores condiciones laborales para los comunicadores y reporteros, acciones como la denuncia de seis empresas ante el Ministerio de trabajo y otras instancias por posible violación de los derechos laborales a periodistas durante la pandemia, capacitación a periodistas en transformación digital para mejorar sus competencias y apoyar su desempeño laboral, apoyo a las organizaciones afiliadas para fortalecer la atención a periodistas en riesgo y visibilidad y fortalecimiento con comunicados y atención a periodistas, entre otras.
Generadores de empleo
En 2019 los sectores de la economía que más generaron empleo en el país según el DANE, fueron los hidrocarburos, la agroindustria, la tecnología, el comercio electrónico y tecnología financiera, agentes de Call Center y operarios de producción.
Según Universia, red de cooperación con 800 universidades asociadas en 20 países, principalmente de Latinoamérica, los profesionales especializados en tecnología, tendrán grandes oportunidades, y el sector se constituye en una herramienta importante en la creación de empleo. La publicación precisa que “con la llegada del comercio electrónico, muchas empresas facilitarán los negocios y aumentarán las ventas, por lo cual se requerirá de personal profesional para las áreas de comunicación, desarrollo web, mercadeo, publicidad y diseño gráfico”.
Según el informe del Observatorio Laboral para la Educación, presentado por el Ministerio de Educación, con base en un estudio de la situación laboral de los egresados de instituciones de educación superior en el año 2013 y empleados en 2014, en promedio un profesional con grado universitario recibe un salario de $1.736.849, los que estudiaron una especialización, un promedio de $3.122.473 y los que tienen maestría, perciben un salario promedio de $3.985.616
El senador Richard Aguilar Villa como ponente del proyecto de ley 476 de 2020 que cursa trámite en el Congreso de la República propone incentivos económicos y tributarios a los medios de comunicación que por la crisis entre 2014 y 2018 registraron pérdidas del 50% y entre 2019 y 2020 superiores al 40 %.
Estos incentivos apuntan a estimular el empleo para comunicadores y periodistas donde las empresas que vinculen a comunicadores bajo la modalidad de contrato a término indefinido pagarán solo un porcentaje de los parafiscales anualmente hasta llegar al 2024 con el cien por ciento. Estímulo a la suscripción de medios impresos y digitales con el descuento de ese valor total anual del impuesto de renta y subvenciones del 20% a través del Ministerio de las TICS a los medios locales, regionales y nacionales que soporten pérdidas entre el 20 y el 40%. Igualmente, exenciones del IVA a la publicidad, del impuesto de renta por 20 años a los medios de comunicación que reinviertan sus utilidades y descuentos hasta del 150% del impuesto de renta a quienes realicen donaciones a los medios de comunicación.
En términos generales, estos importantes incentivos servirán como atenuantes para algunos medios de comunicación, pero no representan una solución real para la crisis de desempleo que afecta a los jóvenes recién egresados de las universidades en el país.
Se requieren soluciones
Se requieren soluciones y por ello, planteamos algunas acciones que podrían aportar dentro de las múltiples faenas que se necesitarán llevar a cabo.
Como consecuencia de la pandemia que llegó al país a comienzos de este año, muchos jóvenes se sintieron desmotivados porque prácticamente representó la suspensión de las convocatorias en la mayoría de las empresas que dedicaron sus esfuerzos a tratar de mantener sus nóminas y evitar los despidos masivos, como ocurrió en varias organizaciones.
No obstante, la pandemia aceleró en el país el ingreso a la transformación digital que era bastante incipiente en la mayoría de organizaciones públicas y privadas, abriendo con ello, oportunidades de desarrollo en el ecosistema digital para los comunicadores y periodistas jóvenes. El auge de las redes sociales ha conllevado a la necesidad de tener un administrador de esas redes que por lo general es un comunicador o periodista, sin embargo, si bien se constituye en una oportunidad en medio de la crisis que todavía persiste, el salario ofrecido por esta labor no es significativo y no tiene una vinculación laboral estable, con garantías prestacionales, un vínculo laboral formal como un contrato a término indefinido y no por prestación de servicios. Es un punto para tener en cuenta por parte de las agremiaciones de periodistas.
De igual manera, hacer valer la práctica universitaria como experiencia laboral, sería una importante gestión en beneficio de los jóvenes recién egresados.
Ajustar el pensum de las universidades a las nuevas exigencias del mercado, la transformación digital y los nuevos roles que deben asumir los futuros comunicadores, es otra propuesta que permitirá a los egresados de esta carrera estar preparados y dispuestos para enfrentar la realidad.
Brindar capacitación a los jóvenes periodistas que no cuentan con las habilidades en el periodismo transmedia dada la necesidad de estar a la vanguardia de los cambios y transformaciones que generan nuevas formas de interacción.
Otra acción podría orientarse a fomentar el relacionamiento a través de las redes sociales como la plataforma LinkedIN para promocionar el currículum, conocimientos y experiencia, permitiría acceder oportunamente a las convocatorias empresariales.
Aunque es largo el camino por recorrer y se requieren acciones coordinadas entre las universidades, el gobierno, el Congreso de la República, las agremiaciones de periodistas y los propios protagonistas de esta historia, lo importante es tener claro el horizonte para avanzar con soluciones concretas que les permita a los jóvenes profesionales vincularse fácilmente a la fuerza laboral del país.