Por: Mullen Lowessp3 (Francy Parra)
Los obsequios que reciben los niños
deben formar en valores
¿Sus hijos
no valoran los regalos de Navidad?
Conozca los efectos del “Síndrome del niño Hiperregalado”
Al llegar la Navidad, algunos padres de familia
sienten que sus hijos no valoran los obsequios que les regalan. Sin lugar a
dudas, darles a los pequeños todo lo que piden y sobrecargarlos de premios
materiales, tiene consecuencias negativas en el desarrollo emocional, según lo
comenta Víctor Alberto Gómez Cusnir, especialista en educación y rector del colegio
Gimnasio Moderno.
Es normal que los padres quieran brindarles lo mejor a sus
hijos, ya que dentro de su naturaleza está el protegerlos y hacerlos felices; y
es por esta razón, que muchos caen en el error de sobrecargarlos con regalos y juguetes.
Según el experto, cuando los niños reciben tantos obsequios, se puede llegar a
caer en el denominado: “Síndrome del niño hiperregalado” y las fiestas
de fin de año suelen ser el pretexto para esto.
Los padres deben conocer y transmitir el significado real de
lo que es un regalo: “un regalo es brindar un don con un significado emotivo más
no material” indica el rector; a partir de lo anterior, resulta pertinente identificar
otras opciones para que los obsequios que se entregan en Navidad cumplan con un
propósito pedagógico.
La escuela juega un rol
fundamental en la creación y reforzamiento de las conductas significativas en
los niños, es decir, que hagan cosas que construyan, no por seguir las pautas
establecidas socialmente, sino con todo un proceso de elaboración interna, que
redunde en el crecimiento emocional, en la consideración del otro y en la
capacidad para ser conscientes del efecto de sus conductas en los otros. Por
eso, brindar obsequios, dar un regalo, se configura más bien en la entrega de
dones preciados que puedan construir en los otros las mismas aptitudes de
servicio, solidaridad y compromiso.
A la hora de pensar en la
temporada de navidad, lo primero
que se debe entender, es el hecho de que recibir muchos estímulos provoca la
pérdida de concentración en los niños, la falta de imaginación y el perder poco
a poco la ilusión sobre el valor de las cosas. Como consecuencia, se le estaría
enseñando a los pequeños a darle solo importancia a lo material, a no
esforzarse por obtener lo que desean, a restarle importancia a la generosidad y
a la austeridad; y también, a darle pie a las pataletas cuando no tienen en sus
manos el capricho que desean.
Dar regalos no tiene nada de malo, el problema surge cuando
no se establece un límite en el tipo de regalo en correspondencia con la edad
de quien lo recibe. Es importante pensar que aquellos juguetes deben adaptarse
al desarrollo mental según el crecimiento y desarrollo de los niños,
permitiéndoles evolucionar como personas para incentivar el sentimiento de
compartir y valorar.
¿Qué podemos regalarles a nuestros hijos para que lo
recuerden toda su vida? Víctor Alberto Gómez Cusnir, menciona cinco tips:
* Tiempo de calidad en familia: sin duda alguna, los niños recordarán mucho más, las veces en
que jugamos con ellos, en que nos disfrazamos e intercambiamos risas. Ellos lo
revivirán más que el carrito, el aparato electrónico o la muñeca que estuvo de
moda en su infancia.
* Un viaje: experiencias
únicas en las que la familia completa disfruta de unas vacaciones, permitiendo
fortalecer sus lazos de amor.
* Un libro: la
lectura puede estimular en ellos más de lo que pensamos, la clave no está solo
en regalarlo, sino en disfrutar diariamente de un tiempo del día para
interactuar e incentivar estos hábitos juntos.
· * Regalar experiencias: aprender canciones, disfrutar de épocas importantes del año,
ir al teatro, al cine, al parque. Etc. Sin duda, serán las experiencias más
emotivas que les podemos regalar.
* Hacer donaciones: en Navidad, podemos enseñarles a
nuestros hijos el valor de compartir con los demás; una buena opción puede ser
llevar detalles juntos a fundaciones, que los niños donen sus juguetes o hacer
voluntariado social que pueda renacer en el corazón de alguien más.
Finalmente, regalar sonrisas a los niños no resulta ser tan complicado.
En el oficio de ser padres puede haber equivocaciones ya que cada familia es
completamente diferente. Por esta razón, el experto recomienda aprovechar la
época de Navidad para lograr que sus hijos también brinden algo de sí mismo a
los demás y así reemplazar los incentivos materiales por tiempo tiempo
constructivo de calidad.