Por: María Cristina Castañeda Ch.
El dramaturgo irlandés Oscar Wilde decía que “la tragedia de la vejez no es que uno sea viejo, sino que uno es joven”; en ese entonces era siglo XIX y en la actualidad hemos progresado y no precisamente para hacer el bien. Sin caer en prejuicios éticos, ni morales me atrevo a decir que somos los mismos jóvenes los que estamos acabando con lo poquito que queda de ‘Cultura Ciudadana’ a raíz de la poca solidaridad hacia los adultos mayores.
Es cierto que cada persona es un mundo diferente pero ¿se han puesto a pensar por unos segundos, qué sienten esos padres y abuelos abandonados en las calles, hospitales, asilos o los que por el contrario deambulan en la ciudad esperando a que se acorten sus días?.
Centrándonos un poco en la rutina, ¿qué tan difícil es ceder el puesto en un bus o transporte masivo?. Lo primero que hacemos es hacernos los de la vista gorda como si fuera un tema exclusivo de su familia y no de nosotros, porque no nos compete. ¡Y tampoco!. Peor aun cuando estos seres de luz son catalogados como “una reliquia, estorbo o que están desactualizados”.
Sinceramente yo no tengo
alma, ni entiendo cómo una persona puede abandonar, matar o torturar a un
familiar. Menos considerarlo una molestia cuando pierde la memoria. Ya los
hijos no les tienen paciencia a sus progenitores, abuelos, a esos seres
forjadores de vida y educación que bien o mal consiguieron trazarles un estilo
de vida para ser lo que hoy en día son; pero sí cuando se vayan de este mundo ahí si
aparecemos para llorarlos.
No entraré en detalles al describir el perfil de un buen padre, hijo perfecto y religión acorde a la época… Censúrenme si no han visto lo que narro en estas líneas o si me lo estoy inventando.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la población mundial está envejeciendo rápidamente. Entre 2015 y 2050 la proporción de la población mundial mayor de 60 años se multiplicará casi por dos, pasando del 12% al 22%. ¿Será necesario llegar a viejos para entender el paso de los años y sentir el peso de este texto? O por el contrario podemos empezar a partir de hoy a poner nuestro granito de arena y demostrarles a esas personas que gracias a ellas nuestras generaciones se han nutrido de conocimiento y ‘Calidad Humana’.
Ahora, nuestros adultos se
están muriendo en su mayoría de casos de infarto y por falta de cariño a causa de la depresión; son menores los
índices de deterioro físico por vejez. Que nuestra ‘socialidad’ no sea a través
de un dispositivo móvil o una visita mensual. Compartamos más tiempo con
nuestros viejos, conocidos o desconocidos, un anécdota de antes vale más que una
red social. Finalmente lo único que nos llevaremos a la tumba son los recuerdos
vividos.
No sé si a ustedes les ha pasado, a mí sí. Que cuando ayudan a alguien desinteresadamente se siente un fresquito en el corazón y más cuando el brillo de sus ojos transmite satisfacción.
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