Por: Alejandra Chacón // M & C Helmer Valencia
Producción de calzado sostenible
Un concepto que ganó fuerza
a partir de la década de 1990, la sustentabilidad asume una importancia cada
vez mayor en la imaginación del consumidor. Una encuesta difundida a finales
del año pasado por KPMG, que escuchó a 30.000 personas de 11 países, señaló que
el concepto ha cambiado los hábitos de consumo.
Con el objetivo de fomentar
la sustentabilidad en la cadena productiva del calzado, no solo en su pilar
ambiental, sino también en la gestión económica, social, cultural y de
sustentabilidad, la Asociación Brasileña de las Industrias del Calzado
(Abicalçados) y la Asociación Brasileña de Empresas de Componentes de Cuero,
Calzado y Artefactos (Assintecal) crearon el sello Origen Sostenible, única
certificación ESG (Environmental, Social, and Corporate Governance) para la
industria del calzado en el mundo. Actualmente cuenta con más de 90 empresas de
calzado participantes y proveedores de materia prima.
El Gerente de Proyectos de Abicalçados, Cristian Schlindwein, destaca que entre 2021 y 2022 el programa creció más del 75% en las empresas certificadas, número que deberá seguir creciendo en los próximos años. “La sostenibilidad es un requisito del consumidor. Las empresas que no adapten los procesos productivos para ser más responsables ambiental, económica y socialmente no sobrevivirán en el mercado. Vivimos una nueva era y las empresas están más atentas y preocupadas por esto, no solo por el planeta, sino por los negocios”, señala.
Son muchos los ejemplos de
empresas del sector del calzado que trabajan la sostenibilidad de forma
continuada. Una de ellas es Bibi, una empresa de calzado infantil, certificada
en la máxima categoría de Origen Sostenible (Diamante, con más del 80% de los
indicadores de sostenibilidad alcanzados). Bibi emplea directamente a más de
1.200 personas que producen, anualmente, 2,5 millones de pares que abastecen el
mercado nacional y de más de 70 países. El coordinador de sustentabilidad de la
empresa, Anderson Alves separa las acciones de sustentabilidad en tres pilares
principales: ambiental, social y económico.
Calçados Pegada, es otro
gigante del sector de calzado brasileño que recibió la certificación Diamante
de Origen Sostenible. Gabriel Ranft, Gerente administrativo, destaca que el
Origen Sostenible dio vida y una nueva identidad a la forma en que Pegada y sus
colaboradores entienden el tema de la sostenibilidad, abriendo horizontes
culturales. “Las principales acciones y
beneficios fueron la creación de un núcleo de trabajo multidisciplinario,
siendo el principal beneficio para la organización el uso del Marco de Origen
Sustentable para ordenar y formalizar asuntos que estaban sueltos en la
empresa”, indica.
El grupo Ramarim, productor
de zapatos de mujer, es otro ejemplo de sustentabilidad en la cadena brasileña
de calzados. Certificada con el más alto nivel de Origen Sostenible en el pilar
ambiental, la empresa envía el 100% de los residuos del proceso productivo a
reciclaje o reutilización, 52% de los residuos se transforma en energía y 48%
se recicla o reutiliza en el proceso de fabricación, transformándose en nuevos
componentes para el calzado (plantillas, contrafuertes, capelladas, tacones y
suelas), ya sean de piel o de material sintético. Además, en ese contexto, la
empresa también pasó a reciclar solventes y pinturas, reduciendo en casi un 60%
el consumo de estos productos en las unidades productivas.
Producto sostenible para el consumidor colombiano
Calzados de estas tres empresas ya se encuentran en
Colombia y los consumidores colombianos ya tienen las diferentes propuestas a
su alcance.
Colombia es uno de los mercados más importantes
para la moda de Brasil, y ocupa el sexto puesto en el ranking luego de Estados
Unidos, Argentina, España, Francia e Italia. Al cierre de enero de 2023, para Colombia, se
exportaron 192 mil pares, por los cuales se pagaron US$3,65 millones, con un
incremento en dólares de +2,2% con respecto a enero del 2022.
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