Cada día, los periodistas y los medios de información toman decisiones que constituyen serios desafíos morales. La elección de un título, el balance entre dos versiones contradictorias de una noticia, la reserva de identidad de una fuente controversial, el tratamiento informativo de personajes afectos a quien comunica. En todos estos casos hay una constante: el delicado equilibrio entre lo deontológicamente aceptable y lo que conviene a los intereses particulares de la dupla periodista-empresa informativa.[ii]
Actualmente, muchos periodistas se valen del oportunismo, mediocridad, ignorancia, prepotencia, sensacionalismo y corrupción para conservar un puesto u obtener un mayor reconocimiento en los mass media. “Todo cabe en los medios de difusión colectiva “porque el fin justifica los medios” según la actividad mediática, donde en las instituciones cada día se está enseñando es a competir en el mercado, por un “rating” y no realmente por nuevas indagaciones al campo de las comunicaciones, dejando a un lado otras perspectivas de personas que les apasiona investigar algo diferente; el cual les cierra puertas “por locos y querer venir a cambiar la tradición por algo sin fundamentos”.[iii]
Según una encuesta de 1985 realizada por FELAFACS se pudo comprobar que:
1) La casi totalidad de los establecimientos piensa solo en medios.
2) La casi totalidad no tiene mayor idea de por dónde andan sus egresados.
Este desconocimiento no es casual, cualquier encuesta haría patente que buena parte de los egresados no trabaja en los medios, más aún no trabaja en su misma profesión.
Ninguna empresa periodística ha sido nunca, ni lo será por los siglos de los siglos, una entidad de beneficencia. Por lo tanto, el medio y la necesidad del mismo requieren personas que generen impacto, no por su optima actitud educativa, sino que incremente el consumo al mismo sin importar qué es lo que tenga que hacer para conseguirlo.[iv]
Un periodista se somete a las políticas de la empresa en la cual trabaja, muchas veces por la necesidad de terminar su carrera o tener su sustento diario, abandonan su ética por llenar requisitos y no salir del medio.
Los medios tienen reglas de juego muy claras y no es fácil pasar por encima de ellas, puesto que si no “nos gusta, no deberíamos estar ahí” o por consiguiente perdería el puesto. Ahí empieza a jugar un papel importante “lo que se quiere decir y lo que toca decir”. Controversia a la hora de escribir.[v]
La realidad es que en el profesional que hoy trabaja para un gran grupo de comunicación no puede tener ética porque su margen de decisión es mínimo. La elección de las noticias es clave en la definición de la línea de un medio de comunicación, corresponde a un pequeño equipo directivo nombrado directa o indirectamente por el accionariado, los titulares de las noticias son aprobados o decididos por el redactor jefe o el jefe de sección, los temas a cubrir por los corresponsales suelen ser propuestos desde la dirección o, al menos, aprobados. El distanciamiento entre el periodista y la línea editorial del medio es absoluto, los profesionales se enteran del editorial de su periódico cuando sale de las rotativas, de modo que pueden estar dedicando su tiempo y su talento a un proyecto periodístico con el que no comparten la línea ideológica.[vi]
La ética periodística de un escritor debe ser aplicada y regulada no solamente en los textos que los defienden como: “La actividad periodística gozará de protección para garantizar su libertad e independencia profesional”. Art. 73 de la Constitución Política de la República de Colombia, “Una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática”. Resolución de 1991 y el "Fomento de la libertad de prensa en el mundo" de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, sino también como una garantía al escribir.[vii]
No es justificable que teniendo tantos derechos y deberes no solo como seres humanos sino también como periodistas, se sigan amenazando periodistas que por razones de su oficio como es el caso de: Daniel Coronell, director del noticiero “Noticias UNO” que se transmite por uno de los canales de televisión pública de Colombia, o las recibidas por Hollman Morris, director del programa de televisión “Contravía” que patrocina la Unión Europea, o el caso de Carlos Lozano, director del semanario “Voz” de afiliación comunista. Pero tampoco es inconcebible las múltiples amenazas que reciben constantemente los comunicadores regionales y que desgraciadamente son de poco conocimiento y reconocimiento por parte de la gran mayoría de colombianos. Entonces ¿esto no es contradictorio?... o ¿solo las leyes son para unos pocos?.[viii]
Lo mismo sucede con la prensa escrita son cientos de periodistas que han sido acallados a lo largo de la historia como por ejemplo Jaime Garzón en Bogotá, José Orlando Sierra en Manizales, etc. Muchísimos periodistas son amenazados diariamente, al día siguiente amanecen muertos y sus muertes quedan impunes.
No solo es trágico ver cómo los periodistas son asesinados o ilegalmente encarcelados, sino también medios de comunicación censurados, clausurados o hasta dinamitados. ¿Y que tal si a eso le sumamos por puro ejercicio autocrítico, las víctimas de las noticias “montadas”, los presos inocentes que muchas veces los mass media ayudaron a que estuvieran tras las rejas por acción u omisión, las reputaciones acribilladas por columnistas vengativos, las verdades inmoladas a costa de la autocensura, los abusos medíaticos cometidas por ordenes del “rating”?.[ix]
Sin embargo, es cierto que cada periodista le da su toque personal a cada artículo de cualquier género periodístico: política, opinión, cultura, deportes, etc. Por lo tanto nunca será objetivo, lo que si varia es su nivel de manipulación.
Según Mario Vargas Llosa el periodismo es el mayor garante de la libertad, la mejor herramienta de la que una sociedad dispone para saber qué es lo que funciona mal, promover la causa de la justicia y mejorar la democracia”. En cambio el analista político Ernesti Vili opina que:”grande el oficio de ser un periodista es la profesión que está abierta a miles de oportunidades, porque esta ligado a la verdad como a la mentira”; el político indica que este oficio muchas de las veces es puesto en riesgo porque se presentan intereses particulares. Mientras que para Felipe Guevara Periodista de la Revista el Clavo, egresado de la UAO: “La verdad absoluta no existe, por lo tanto no la tiene nadie: ni los dirigentes, ni la política, ni el algebra de Baldor, ni los libros de historia”.[x]
A lo largo de la historia tanto en Colombia como en otros países de Latinoamerica se ha mejorado la educación para un periodista, el cual se ve obligado a enfrentarse a muchos casos donde pesa más cualquier otra cosa que su ética y su moral, debido a que el mismo sistema de gobierno y contexto consumista en el cual vivimos obliga a cambiar todo tipo de perspectivas laborales, profesionales y aun así morales.
En Conclusión, por más que se tengan derechos y “existan garantías” para un periodista, nada le asegura que ejercer profesionalmente con ética conservara su vida o permanecerá en el medio que trabaje. Debe comprobar las fuentes y hechos de lo que va a decir sin caer en lo amarillista y sensacionalista que actualmente “atrae rating”; debe poner a prueba su ética profesional al informar verazmente y ayudándose mutuamente entre periodistas podrán sobrevivir en el contexto de informar. Porque si se ponen a esperar que se apliquen las leyes en el caso de Colombia sería un proceso tardío y en vano ya que “morirían en su ley”.
[i] Código de Ética de Periodistas de Bogotá rige desde 1990 http://www.circulodeperiodistasdebogota.com/descargas/codigo_etica.pdf
[ii] Jesús Urbina Serjant, periodista y profesor de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Zulia, en Venezuela, y se especializa en ética y Derecho de la Información. Es colaborador de Sala de Prensa. http://www.saladeprensa.org/art332.htm.
[iii] PRIETO CASTILLO, Daniel. La pasión por el discurso. Cartas a estudiantes de Comunicación. Argentina. Universidad Nacional de Cuyo. 1993 – Capítulo 8 “El Oficio Periodístico”.
[iv] PRIETO CASTILLO, Daniel. La pasión por el discurso. Cartas a estudiantes de Comunicación. Argentina. Universidad Nacional de Cuyo. 1993 – Capítulo 8 “El Oficio Periodístico”.
[v] PRIETO CASTILLO, Daniel. La pasión por el discurso. Cartas a estudiantes de Comunicación. Argentina. Universidad Nacional de Cuyo. 1993 – Capítulo 8 “El Oficio Periodístico”.
[vi] Pueblos: Revista de Información y Debate “Etica Periodística” Pascual Serrano - Jueves 28 de abril de 2011 <http://www.revistapueblos.org/spip.php?article2150>
[vii] Tamayo, Camilo Andrés. “Libertad de prensa en el conflicto armado Colombiano: Algunos Apuntes para el debate” {en linea} <http://www.voltairenet.org/Libertad-de-prensa-en-el-conflicto>
[viii] Tamayo, Camilo Andrés. “Libertad de prensa en el conflicto armado Colombiano: Algunos Apuntes para el debate” {en linea} <http://www.voltairenet.org/Libertad-de-prensa-en-el-conflicto>
[ix] Jesús Urbina Serjant es periodista y profesor de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Zulia, en Venezuela, http://www.saladeprensa.org/art332.htm
[x] Entrevista al Periodista Felipe Guevara Rincón realizada por: María Cristina Castañeda, Yorman Molina y Vannesa Mezu. <http://www.youtube.com/watch?v=Yd6CKAOwGOE>
* El Periodismo y sus límites en el Perú <http://www.slideshare.net/yooha/el-periodismo-y-sus-limites>
