Por: Xharla (Karen Eliana Torres)

Berrinches,
desobediencia, agresión y posturas desafiantes son actitudes cada vez más
comunes en niños en edad escolar (de los 2 a los 12 años). Estos problemas de
conducta dificultan su inserción en la vida escolar, familiar y social en
general; además de derivar en un desempeño escolar bajo.
De acuerdo con un
estudio realizado por Silvia Morales Chainé, académica de la Facultad de
Psicología de la UNAM, el 20% de los menores en el rango de edad antes
mencionado, están en riesgo de padecer problemas severos de conducta. Además,
subraya, que la falta de límites o condiciones disciplinarias promueven estos
problemas, pues los niños son altamente reactivos a las condiciones sociales o
ambientales.
El estudio
(publicado en Health And Addictions en 2017) realizado en un muestreo
seleccionado en escuelas públicas de la Ciudad de México, señala que los
problemas de conducta se asocian directamente con altos niveles de castigo: “Los padres de niños con problemas
severos de comportamiento también reportaron regaños, repetirles lo que tienen
que hacer, hablarles fuerte, gritarles, llamarles la atención u obligarlos a
hacer lo solicitado”, indicó Morales.
Este proceder se le
ha llamado “trastorno oposicionista desafiante”, fácil de identificar desde los
dos años, cuando los infantes comienzan a insertarse en ambientes sociales como
la escuela.
Uso de
métodos de crianza positiva
Castigos corporales, gritos, ignorarlos, mandarlos a
su habitación o quitarles premios como el dinero o los permisos, aparecieron en
los indicadores asociados a los problemas de conducta; de igual forma la falta
de supervisión o monitoreo. Por el lado contrario, el uso de métodos de crianza
positiva demostró tener un efecto en la conducta de los padres entrenados;
misma que se refleja en mejoras en la conducta de los menores. De este modo los
principales agentes de cambio de conducta en los niños son los padres, maestros
y figuras de autoridad que los rodean.
Los padres o
tutores de los menores deben contar con una guía completa y bien sustentada,
que los ayude tanto en la crianza de sus hijos/as, como para el desarrollo de
una relación sana, amorosa, armoniosa y basada en el respeto. En ese sentido,
Método Paternidad Efectiva (MPE) ha cambiado la vida de muchas familias en
cuestiones como la enseñanza y la crianza de los pequeños, debido a que es un
método completo y con respaldo teórico, que fue desarrollado durante más de 20
años por expertos en diferentes disciplinas.
Conocer y saber
aplicar esta metodología brinda la oportunidad de lograr que los menores tengan
una respuesta efectiva, sin necesidad de amenazas, manipulaciones o cualquier
otro tipo de violencia. Otro de los beneficios que otorga MPE es aprender el
significado de cada una de las malas conductas de los pequeños; así como
trabajar las emociones de los mismos, para encaminarlas de manera efectiva.
En pocas semanas se
celebrará un evento virtual gratuito que tiene como finalidad dar a conocer MPE
y sus beneficios para la educación de los infantes; así como un espacio de
introspección para los padres que deseen vivir la experiencia.
Cómo acceder al Método de
Paternidad Efectiva
Con la intención de compartir el Método Paternidad Efectiva (MPE), se
realizará un evento virtual del 15 al 17 de octubre de 2021 totalmente gratuito. Todos se pueden registrar en www.mpelaexperiencia.com. Además, el evento
virtual cuenta con un acceso especial plus con un costo de 17 dólares
estadounidenses (precio de descuento disponible al 17 de septiembre).
Beneficios del MPE
● Los papás y tutores conocerán el
secreto número uno para que sus hijo/as escuchen con atención y reconozcan la
autoridad.
● Son guiados en todo momento para
actuar desde el amor, la empatía y el respeto mutuo.
● Comprenderán qué es lo que
significa cada mala conducta en los educandos.
● Podrán trabajar las emociones de
los pequeños para encaminarlas efectivamente, sin importar la edad que tenga
ahora.
● Aprenderán las herramientas
necesarias para sanar la infancia para entonces, poder comprender la de los
niños.
● Educarán de manera distinta, con
vínculo y conexión, con autoridad amorosa y respeto.
● Tendrán una conexión más profunda
con sus hijos/as.
Podrán renovar y reparar la relación entre los
padres e hijos y tendrán como resultado una relación más sólida y cercana.