Por: María Cristina Castañeda Ch.
En esta ocasión, no voy a
decir si la película es buena o mala – hay que apoyar el talento nacional y que
mejor la realización audiovisual hecha en casa-, pero sí voy a adelantarles mi percepción
sobre ésta trama que será estrenada el próximo 27 de julio en las carteleras de
Cine Colombia.
Este film fue seleccionado en la Quincena de Realizadores del Festival
de Cine de Cannes y su directora, Natalia Santa, es la primera colombiana en
participar en el evento.
La trama muestra la vida de un ajedrecista, un relojero y un homeópata,
todos coinciden en edades similares y en que los juegos de mesa son el mejor
escape a sus realidades.
Las escenas fueron grabadas en el centro de Bogotá, bajo la producción
de Ivette Liang y Galaxia 311. Tanto las locaciones como la propuesta
artística sumergen al espectador en los entornos correspondientes a la
historia.
Samuel, quien es ajedrecista profesional y profesor de matemáticas
se centra en su vocación y apuestas hasta el punto de segarse al mundo que le
rodea. Pierde a su esposa, quizá por falta de atención, tampoco le dedica el
tiempo suficiente a su hija. Pero lo que no hay duda es que el miedo a perder,
se ve reflejado en varias oportunidades: una de ellas cuando se le enfrenta al
ajedrecista oriental y la otra en la cual no encuentra la forma de declararle
sus sentimientos a la pintora.
Joaquín, un relojero más conservador y dedicado a su
labor, se cierra a las nuevas tecnologías y tendencias, focalizando su nicho a
públicos análogos. En vista de que ya nadie adquiere sus productos, ni
servicios; se ve en la penosa obligación de hospedarse en su mismo local para
reducir gastos. Sin embargo, para no ser echado por el arrendatario, debe
empeñar varios de sus tesoros más preciados.
Mientras que Marcos, el médico español homeópata, les
aconseja a sus amigos en sus desgracias. Aunque también él va quedándose poco a
poco sin pacientes, refugiándose en el juego y la marihuana, tras la incertidumbre
de su profesión y de que su hijo no le manda la pensión.
Para cerrar sin seguir dando tanto detalle. Si lo
anterior que leyó empieza mal, el final es peor para cada personaje.
Discúlpenme lo escénica pero sé que se van a identificar con alguna parte del
film cuando lo vean.
Entre los aspectos a rescatar está la amistad tan
fuerte y sincera, entre los tres personajes adictos al juego porque a pesar de
las adversidades y contratiempos en sus vidas se apoyan y respaldan.
Un amigo que también estuvo en el pre-estreno me decía que
Samuel tenía la habilidad de enamorar a todas las mujeres a su paso, -quiero
que juzguen ustedes- porque para mí no era que fuese atractivo, sino que sus
talentos no los supo aprovechar. Con la que se casó no tuvo éxito, la que le
tenía ganas era muy pequeña para él y la que en verdad quería, no tuvo la
suficiente personalidad para decírselo en su momento. Como quien dice ¡el que
piensa mucho algo pierde!.
La Defensa del Dragón
En el ajedrez, la variante
del dragón es una de las jugadas de defensa más fuertes denominada “Defensa Siciliana”.
Esta estrategia es peligrosa para ambos bandos (blancas y negras). La idea es realizar sacrificios múltiples para intentar destruir al rey rival
en poco tiempo.
Los actores
encargados de interpretar a los tres amigos ludópatas fueron: Hernán Méndez, Gonzalo Sagarminaga y Manuel Navarro.